La ambigüedad del amor
¿Y por qué le tendríamos miedo?
Me preguntaste con falsa ingenuidad.
No hay mayor deflagración que un cuerpo.
Se teme a las palpitaciones
Al exceso de sudor
a las palabras
tanto como al silencio
a la bóveda del paladar
y a la bóveda del vientre
Se teme a las piernas y a las caderas:
son visiones irresistibles,
se teme no verlas
y se teme verlas al mismo tiempo
Es mejor estar siempre vestido
Ocultemos los animales que llevamos dentro
No me enseñes la gacela
y yo no te enseñaré el puma
O vístete de palabras
y tomemos
café.
Autor Desconocido (AD)
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